A la Prof. Dra. Carmina Puig i Cruells por Lic. Liliana Calvo

Prof. Dra. Carmina Puig i Cruells, es Trabajadora social y Psicóloga, con Maestría en Antropología de la Salud y Doctorado en Antropología Social. Profesora Titular de los Estudios de Trabajo Social, Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Cataluña, España

GC: Carmina te invito a que nos comentes ¿dónde desarrollas tu tarea profesional y desde cuando lo haces?

Desde hace más de 20 años desarrollo mi tarea docente en diferentes Universidades Catalanas. Actualmente soy la responsable de los Estudios de Trabajo Social de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona – Cataluña (España).
También desarrollo parte de mi actividad investigadora y de transferencia del conocimiento, como supervisora externa con equipos de servicios sociales, de salud, con el fin de colaborar en la mejora de la calidad del servicio y del bienestar de los profesionales.

GC: Tus anteriores experiencias profesionales fueron similares o has hecho un cambio en el sitio o en el abordaje profesional? Coméntanos algo de ello.

Anteriormente de ser docente ejercí de Trabajadora Social en los Servicios Sociales de base y dirigí durante años los Servicios Sociales de una municipalidad grande. Paralelamente me preparé para poder ejercer de supervisora y compaginaba algunas clases en la Universidad, hasta que me decidí por completo a la docencia y la supervisión.

GC: Si es así ¿a que se debe el mismo?

Cambié de orientación profesional precisamente porqué la docencia me permitía profundizar y investigar en los procesos que acontecen en la profesionalización del Trabajo Social. Me permitió estructurar tres ejes que para mi eran imprescindibles, DIT: Docencia- Investigación y Transferencia del conocimiento. Encontré este equilibrio tanto en la materia como en el ejercicio de la supervisión profesional. Por una parte  el ejercicio de la docencia universitaria  me ha brindado la oportunidad de diseñar e implementar una asignatura llamada Clínica social y supervisión basada en esta metodología. A su vez la investigación doctoral la dedique a esta materia. La Tesis de doctorado puede consultarse  on line en  www.tdx.cat. También es posible la transferencia de conocimiento a través de las supervisiones que realizo en muchos equipos de Servicios Sociales principales protagonistas y contribuyentes  a la continuidad de  mi investigación sobre el tema.

GC: ¿En tu país existe el trabajo social realizado en forma independiente? ¿Están los profesionales matriculados, como aquí en Argentina?

Si es posible el ejercicio libre de la profesión y hay profesionales que trabajan en este marco privado o concertado con la administración pública. Aunque no existe la obligatoriedad de Colegiarse  la mayoría de profesionales así lo hacen. El Colegio es una forma de organización profesional bien apreciada por el conjunto de los Trabajadores Sociales.

GC: Sabemos que has venido a Argentina ha desarrollar un Seminario sobre Supervisión. ¿Que puedes decirnos sobre la Supervisón en trabajo social?, ¿Cúal es  para ti el objetivo de la misma? 

La supervisión en Trabajo social, y sus potencialidades, ofrece a los profesionales de los equipos de Servicios Sociales, Sanitarios, de Salud Mental una oportunidad para mejorar las destrezas profesionales a través de la reflexión, el pensamiento y el autocuidado. Las circunstancias actuales de incertidumbre necesitan ser lideradas por los profesionales con el fin de adaptarse a los cambios, generando culturas organizativas basadas en la confianza, el compromiso y la capacidad de aprendizaje. En el presente está el cambio continuo. Por eso tenemos que ser más claros en qué se quiere conservar, a la vez que estar preparados para los cambios.  Para ello la supervisión  ayuda a desarrollar habilidades y competencias con el fin de mejorar resultados y lograr una mayor eficiencia profesional.
Se entiende el espacio de supervisión como el marco idóneo para el análisis y el “re-aprendizaje”, entendido como el descubrimiento de elementos significativos nuevos, basado en la reflexión sobre la práctica profesional diaria, sea en el contexto que sea (atención directa, coordinación...); sobre las relaciones qué necesariamente se establecen con los usuarios del servicio, los compañeros y compañeras, con los jefes administrativos y políticos, sobre la institución en la que trabajamos y la estructura organizacional de la misma.

Esta  reflexión puede ayudar a  evitar que el trabajo sea un conjunto de acciones mecánicas, aisladas. Ayudándonos a reelaborar el trabajo como “conocimiento”

También trata de evitar que el conflicto se quede solo en eso, en un conflicto entre personas, aislado de nuestra compleja realidad profesional y  combatir el desánimo profesional y el  aislamiento, profesional

El espacio de supervisión debe concebirse como una clara apuesta por la calidad del servicio, la satisfacción de las personas atendidas y el bienestar de las profesionales que trabajan en los Servicios Sociales.

Los objetivos que aborda  se concretan en tres ámbitos diferentes en el ámbito de la intervención social, el ámbito profesional, y el ámbito de la organización
Ámbito de la intervención social

• Identificar los obstáculos que interfieren en la intervención social con las personas
• Facilitar la reflexión sobre las intervenciones/actuaciones que permitan obtener otros puntos de vista que contribuyan a los objetivo profesionales.
• Reconocer el saber obtenido de la experiencia
• Integrar práctica y teoría de la intervención social

Ámbito profesional

• Contribuir a identificar en los profesionales sus capacidades y recursos y reconocer sus funciones, tareas y las vivencias emocionales que las acompañan.
• Facilitar la expresión de dificultades
• Contribuir a la gestión satisfactoria de los conflictos.
• Contribuir a la construcción/reconstrucción de cada equipo. Profesionales dedicados a la atención directa y profesionales de coordinación.
• Contribuir a la motivación y reforzar la confianza del equipo
• Contribuir a la prevención del cansancio profesional y promover el autocuidado

Ámbito de la organización

• Contribuir a la revisión del proyecto global de Servicios Sociales
• Planificación, sistematización de la práctica.
• Contribuir a la revisión de la estructura organizativa en la que se desarrollan los  proyectos
• Facilitar la identificación de objetivos comunes
• Abordar las problemáticas del entorno organizativo e institucional en que se realiza la intervención individual o grupal
•  Contribuir a la organización de los equipos y a la coordinación entre ellos
• Contribuir a la identificación/creación de apoyos y referentes entre profesionales

Los beneficios de la práctica de la supervisión  son muy importantes para las instituciones y por supuesto para los propios Trabajadores Sociales.
La supervisión facilita y promueve que se aprenda a tomar distancia de la propia práctica, superando elementos de cansancio y estrés que pueden afectar incluso a la vida familiar y a la vida privada, contienen mejor las presiones que existen en los contextos, aprendiendo a relajarse y a tomar más distancia de situaciones estresantes, manejándose mejor en las relaciones con los colegas, con sus jefes y con las personas atendidas. Colabora en  percibir a tiempo mecanismos que dificultan la cooperación y el trabajo en conjunto. En general se aprende a manejarse mejor con los recursos personales que se disponen y de los institucionales, en definitiva aprenden a manejarse mejor en las relaciones y en los conflictos y en las oportunidades que ofrece el puesto de trabajo.

GC: ¿En tu país hay experiencia de ello, los profesionales concurren a dichos espacios?

Si hay diversas experiencias de las diferentes modalidades de supervisión, individual, en grupo y en equipo.  Es una práctica que se va extendiendo por todo el territorio y cada vez se percibe más interés en el tema. Se va extendiendo como me gusta nombrarlo a mi a modo de “mancha de aceite” .

GC:¿Cómo la realizas tú, con que enfoque llevas a cabo las Supervisiones?

Defino la supervisón de la siguiente manera. La supervisión es un proceso y una relación que tiene como objetivo revisar el “que hacer” profesional y los sentimientos que acompañan la actividad, así como contrastar los marcos teóricos y conceptuales con la praxis cotidiana. El núcleo de la supervisión es el supervisado y el foco de la supervisión son: la intervención, los sentimientos que acompañan la actividad, los valores, el modelo de interpretación que se manifiesta en su actitud y orientación con las personas atendidas, colegas y con uno mismo.

GC:¿Qué consideras que aún falta  realizar para nuestra capacitación y  crecimiento como profesionales?

Las situaciones con las que se encuentran los trabajadores sociales en el día a día revelan el necesario esfuerzo que se deberá de continuar haciendo en la actualización del conocimiento de los profesionales.

La práctica de los interventores sociales debe incorporar más allá de conocimientos teóricos, una formación que les permita un trabajo profundo sobre los procesos de descentración y aproximación al marco del otro, disipando etnocentrismos, prejuicios y estereotipos, preconcepciones y imposición de valores y modelos de vida que pueden obstaculizar la relación con la población atendida.

También somos conocedores del riesgo psicosocial en las profesiones sociales y las posibilidades de instalarse en un malestar, por este motivo  formulo la necesidad de dotarse de mecanismos para tener cuidado de uno mismo para poder así atender, ayudar, mediar con el otro. Entendiéndolo no como una defensa del usuario sino como un requisito imprescindible para trabajar en situaciones difíciles.

Considero que la supervisión podría complementar la formación profunda y rigurosa sobre la aproximación al marco del otro. Esta puede dar soporte a identificar y tomar conciencia personal y profesional y puede capacitar para controlar los factores de riesgo y de fracaso a los cuales esta sometida todo intervención de ayuda. 

Entiendo la supervisión, como ya he dicho,  como un espacio donde preguntarse, para dudar, para canalizar la no solución, para la elaboración de los conflictos. El grupo de profesionales y el supervisor ofrecen su capacidad de escucha permitiendo que fluya la subjetividad de sus miembros.
Se centra en los aprendizajes desde la experiencia acumulada durante la tarea profesional, con la finalidad de mejorarla ya que se ocupa de pensar sobre el hacer, sobre la tarea, para devolverlo a las personas atendidas. Ya que lo peor, es redundar en lo evitable, es la repetición no pensada sobre la tarea. Este es su gran potencial formativo.

GC: Muchísima gracias Carmina por entregarnos aportes tan valiosos al darnos a  conocer tus posturas profesionales y tu amplia experiencia en la temática de la Supervisión.

• Prof. Dra. Carmina Puig i Cruells, Trabajadora social y Psicóloga, con Maestría en Antropología de la Salud y Doctorado en Antropología Social. Profesora Titular de los Estudios de Trabajo Social, Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Cataluña, España. Su línea de investigación y acumulación teórica se centra en la supervisión profesional en Trabajo social desde la perspectiva relacional y de cuidado del cuidador. Autora de varias publicaciones “Del supervisar y de la supervisión en la intervención social”;” Lo que el ojo no ve. La mirada en supervisión o el arte de comprender lo disfrazado. Etnografía y procesos de supervisión de los profesionales”; La intervención social: más allá del recurso más cerca del vínculo. Es asesora y supervisora en los campos de planificación, programación en atención primaria, infancia, proyectos de género y trabaja en supervisón individual, de grupo y de equipos. Es miembro de pleno derecho de la European Association for Supervison (Supervision and Coaching in Europe) y de la Association of Nacional Organisations for Supervision in Europe.